Planes irresistibles para vivir Ibiza en septiembre

Cuando agosto se despide y el sol empieza a acariciar la isla con menos intensidad, Ibiza respira, quizás, con más libertad. Septiembre es uno de esos meses mágicos en los que todo fluye a otro ritmo, recuperando el tono habitual de una isla que parece nacida de la magia para caminar sin agobios, sin prisas. El mar sigue templado, las calas vuelven a recuperar su calma natural y los locales tienen tiempo para atender con más alegría.

Si estás pensando en escaparte durante este mes, esta es la señal que esperabas y lo que sigue el resultado que te espera.

1.      Calas escondidas y baños sin multitudes

No hace falta madrugar ni luchar por un hueco en la arena. Las playas de septiembre son más disfrutables. Cala Comte, con su agua turquesa y su cielo abierto, se transforma. Cala d’Hort te regala vistas a Es Vedrà que parecen pintadas. Y si lo que quieres es sentir que has descubierto un rincón solo para ti, busca Es Portitxol, una cala minúscula rodeada de acantilados donde el silencio es parte del paisaje.

2.      Atardeceres que se quedan contigo

Los sunsets de septiembre en Ibiza no tienen comparación. En San Antonio, todavía suenan los aplausos cuando el sol se esconde tras el mar, pero si buscas algo más íntimo, sube a la Torre des Savinar al final de la tarde. Desde allí, con Es Vedrà como telón de fondo, se entiende por qué esta isla tiene algo especial. Lleva algo de picoteo, una manta fina y, si puedes, comparte el momento con alguien que sepa guardar silencio.

3.      Dónde alojarte para sentirte parte de la isla

Elegir bien dónde dormir cambia totalmente la experiencia. Santa Eulalia tiene ese encanto de pueblo ibicenco con mar y buen ambiente, ideal si buscas calma y buena gastronomía. San Antonio, por su parte, ofrece atardeceres espectaculares y vida nocturna más relajada en esta época. Una opción estupenda son los alojamientos de Blauparchotels.com, con hoteles y apartamentos bien ubicados, pensados para distintos tipos de viajeros, desde parejas que buscan intimidad hasta grupos de amigos o familias que quieren compartir momentos sin complicaciones.

4.      Rincones con alma en los mercadillos

Con menos bullicio y más tiempo para curiosear, los mercadillos de la isla en septiembre permiten descubrir con mayor facilidad auténticos tesoros. Las Dalias sigue teniendo esa mezcla de arte, música y buen rollo que la hace única. Y en Punta Arabí, entre puestos de artesanía y aroma a incienso, uno puede pasar la mañana entera sin mirar el reloj. Es un buen lugar para llevarte un pedacito de Ibiza en forma de pulsera, vestido boho o algún objeto que no sabías que querías.

5.      El placer de moverse a pie o en bici

Ya no quema el sol como en pleno agosto, así que salir a caminar por la isla es un planazo. Hay rutas sencillas, como la que conecta Cala Llonga con Sol d’en Serra, perfecta para una mañana activa con vistas al Mediterráneo. Y para los que prefieren pedalear, hay caminos que atraviesan pueblos preciosos, como Santa Gertrudis, donde siempre apetece parar en una terraza y tomarse algo.

6.      Un poco de historia, arte y cultura local

Subir a Dalt Vila al atardecer, perderse entre sus calles empedradas, tocar las murallas centenarias y asomarse desde los miradores es un plan que siempre emociona. Y si te interesa lo cultural, este mes hay exposiciones, proyecciones de cine al aire libre y pequeños conciertos organizados por asociaciones locales que devuelven el alma artística a la isla.