Stone Town, la ciudad de piedra
Una excursión en Zanzíbar imprescindible es visitar Stone Town. No tiene ningún punto especialmente interesante, ni atractivo, ni bonito. A pesar de ello, merece la pena pasar un par de horas tomando el pulso a la capital de la isla.
Es una de las ciudades más importantes para la cultura suajili, desde el año 2000 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La importancia comercial de la isla es bastante trágica, ya que a parte de las especies, eran los esclavos y esclavas la principal mercancía.
A un corto paseo en barco desde Stone Town podéis visitar Isla Prisión, aguas turquesas con triste pasado. Ahí dejaban a los esclavos en cuarentena antes de pasarlos a Zanzíbar.
Lo mejor que podéis hacer en Stone Town es visitar los mercados, en concreto el más concurrido es el Mercado Darajani, tiene más de cien años.
Otro punto al que se acercan todos los turistas a fotografiar es la casa en la que el 5 de septiembre del 1946 nació Freddie Mercury.
Hoy día, un hostal que lleva el nombre del artista. No deja de ser curioso que él, abanderado de libertades, naciera en un país en el que hoy día la homosexualidad está totalmente prohibida. Zanzíbar, para ser más justa, necesita muchos espíritus como Freddie.
Las guías os hablarán de lugares como ¨La casa de las Maravillas¨ (el primer edificio con luz de la isla), la catedral católica o el fuerte. Son lugares que os encontraréis paseando por la ciudad, pero que debido al mal estado de conservación no os llamarán la atención.
Típicas puertas de Stone Town
Andando sin rumbo, os encontraréis por todas partes puertas que recuerdan al sultanato de Omán y a los comerciantes venidos de la India. Puertas de maderas labradas con formas imposibles, realmente bonitas. Era una competición, tener la puerta más elaborada del vecindario, símbolo de riqueza y estatus social.
Algunas organizaciones no gubernamentales invirtieron dinero en su conservación, aunque se dieron cuenta que el dinero se perdía por el camino y las puertas seguían sin restaurar.
En resumen, Zanzíbar es una isla para vivir y disfrutar de la playa, de sus atardeceres y de la enorme variedad de azules que ofrece el Índico. Pero si tenéis tiempo, acercaros algunas horas a ver otra realidad de la isla. Sin altas expectativas pero con la mente abierta.
¡Hakuna matata!