¿Qué ver en Moorea?

Viajar a Polinesia era un sueño desde hace años. Cuando finalmente aterrizamos en este paraíso del Pacífico, descubrimos que Moorea, a pesar de estar justo al lado de Tahití, tiene una energía completamente distinta: más relajada, más auténtica y llena de rincones mágicos que se pueden descubrir con calma. En este post te compartimos qué ver en Moorea, cuáles son sus mejores playas públicas y por qué recomendamos sí o sí recorrer su carretera circular.

Cómo llegar a Moorea

Moorea está muy bien conectada. Puedes llegar en ferry desde Papeete, la capital de Tahití, en un trayecto de apenas 30 a 45 minutos. Hay varias salidas al día y el billete es bastante económico. También es posible volar a Moorea desde otras islas de la Polinesia Francesa, como Bora Bora o Raiatea, con vuelos cortos y frecuentes.

Dar la vuelta a Moorea por la carretera circular

Una de las mejores decisiones que tomamos fue alquilar un coche y recorrer la carretera circular que rodea Moorea. Son unos 60 kilómetros de paisajes impresionantes: montañas verdes que se hunden en el mar, playas escondidas, miradores de película y pequeños pueblos donde el ritmo de vida parece haberse detenido.

Este recorrido se puede hacer en un solo día, pero lo ideal es tomárselo con calma, detenerse en los miradores, entrar en alguna tiendita local, probar frutas tropicales recién cortadas y disfrutar del encanto natural de la isla.

Las mejores playas públicas de Moorea

Aunque muchos alojamientos tienen playas privadas, Moorea también tiene playas públicas espectaculares. Aquí te dejamos nuestras favoritas:

Playa de Temae

Es probablemente la playa pública más famosa de Moorea. De arena blanca y agua turquesa, con vistas directas a la isla de Tahití al fondo. Lo mejor: es perfecta para hacer snorkel, con corales y peces de colores muy cerca de la orilla.

Playa de Ta’ahiamanu

Ubicada en la bahía de Opunohu, es una playa más tranquila y rodeada de vegetación. Ideal para relajarse bajo la sombra de los árboles y disfrutar de un baño sin multitudes. Lleva gafas de snorkel porque el fondo marino aquí también merece una buena exploración.

Playa de Afareaitu

Menos conocida, pero igual de hermosa. Es una de esas joyas escondidas donde puedes tener la playa prácticamente para ti solo. Perfecta para un picnic frente al mar.

Qué ver en Moorea además de playas

Moorea no es solo playas. En el interior de la isla hay lugares que merecen ser descubiertos. Uno de nuestros favoritos fueron las antiguas ruinas marae (templos polinesios), que están repartidas por todo el interior selvático. Algunas están cubiertas de musgo, rodeadas de árboles milenarios, y dan una sensación muy especial, como si estuvieras viajando en el tiempo.

Otra parada obligatoria es el mirador de Belvedere, desde donde se obtienen las mejores vistas panorámicas de las bahías de Opunohu y Cook. Un lugar perfecto para tomar fotos o simplemente quedarte en silencio admirando la inmensidad verde.

Viajar a Polinesia: ¿vale la pena incluir Moorea en la ruta por Polinesia?

Sin ninguna duda, Moorea es una parada imprescindible si vas a viajar a Polinesia. Tiene el equilibrio perfecto entre naturaleza, cultura y comodidad. Y al estar tan cerca de Tahití, es muy fácil de incluir en cualquier itinerario.